Ingredientes:
2 calabacines grandes,
unos 800 gr., lavados
2 huevos
130 gramos de harina
100 gramos de queso
rallado
1 cdta. de levadura
química
2 cdas. de pan rallado
(x si la masa queda líquida)
sal
aceite de oliva virgen
extra
- Rallamos los calabacines, los ponemos a escurrir en un colador, los salamos, removemos y aplastamos con la palma de las manos para exprimir toda su agua.
- En un recipiente hondo batimos los huevos, incorporamos los calabacines, removemos. Incorporamos la harina, mezclamos. Añadimos el queso rallado y la levadura y mezclamos de nuevo hasta que todos los ingredientes estén integrados homogéneamente. Si vemos que la masa nos queda algo líquida añadiremos las dos cucharadas de pan rallado.
- En una sartén ponemos a calentar un par de cucharadas de aceite y para hacer las tortitas nos valdremos de dos cucharas con las que cogeremos pequeñas porciones que verteremos en la sartén, dándole forma redondeada si fuera necesario.
- Retiramos a un plato, añadimos una cucharada de aceite si fuera necesario y vamos a por la siguiente tanda. Así hasta terminar.
- Servimos las tortitas acompañadas de una salsa de yogur, por ejemplo.
Notas:
La cantidad de agua que contiene el calabacín no es predecible, de ahí que
el tema de añadir el pan rallado sea opcional. Si notamos que la masa sigue
quedando líquida, añadiremos el pan rallado.
Es conveniente preparar la masa en el momento en que vayamos a hacer las
tortitas; no es una masa que se pueda tener preparada con antelación porque el
calabacín seguirá soltando su propia agua.
¿Podemos pasar de la harina y de la levadura? Claro que sí.
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